Siempre me alegra ver a las plantas tomando el control de los edificios y el cemento. Desde las ramitas diminutas que se asoman a través de una grieta en una pared, hasta los árboles que crecen en lugares donde no eran “bienvenidos”, asomándose por las paredes y cambiando completamente la manera en la que se ve una fachada. ⠀
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Hace tiempo encontré un párrafo en el que ahora es uno de mis libros favoritos (El árbol, de John Fowles), que siento que explica bien la alegría que me genera esa “anarquía” vegetal:⠀
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“El error más estúpido en que han incurrido los artífices de los grandes edificios del siglo XX (de la gran cantidad de errores estúpidos cometidos) ha sido el de olvidar ese antiguo modelo universal a la hora de hacer sus planes urbanísticos. Una ciudad geométrica, lineal, hace gente geométrica, lineal; una ciudad inspirada en un bosque hace seres humanos.”⠀
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Arquitectos y urbanistas del mundo: tomen nota.