A una semana de que se termine julio, y con él las múltiples campañas de #JulioSinPlástico, me gustaría compartir un recordatorio:
El plástico es un material maravilloso. Es liviano, flexible, moldeable, impermeable y muy, muy, MUY duradero. Que la humanidad desarrollara un material con estas características nos permitió dejar de usar marfil, cuernos y pieles de animales, carey, madera y otros materiales de origen animal y vegetal; así que incluso, desde ciertas perspectivas, podríamos ver en el plástico un aliado de la conservación.
Sin embargo, decidimos empezar a usar ese material —que literalmente dura SIGLOS— para fabricar productos que solo vamos a usar durante unos días, o en algunos casos, durante apenas unos minutos. No tiene sentido.
Y sí, hay muchos problemas que se derivan de la producción y el uso del plástico, pero claramente el problema no es el plástico en sí mismo, sino un sistema económico y un modelo de consumo enfocado en la comodidad y la inmediatez, y en el engorde de los bolsillos de quienes sean capaces de ofrecernos esas cosas, sin importar cuáles son las consecuencias para la salud del planeta y de todos los seres que lo habitan (incluyéndonos).
Entonces, que #JulioSinPlástico nos sirva para reflexionar en torno a los problemas que surgen por nuestra adicción al plástico, especialmente cuando aparece en forma de productos desechables o de corta vida útil. Pero sobre todo, que nos sirva para entender que usar al plástico como “chivo expiatorio” no nos va a servir para resolver la crisis ecológica. Lo que necesitamos no es cambiar vasos desechables de plástico por vasos desechables de cartón, ni cambiar bolsas desechables de plástico por bolsas desechables de papel.
Lo que necesitamos es cambiar nuestra mentalidad y nuestros patrones de consumo. Dejar de pensar que si cambiamos el plástico por otro material “más sostenible” podemos seguir consumiendo y consumiendo como si tuviéramos un planeta de repuesto. Empezar a diseñar, fabricar y usar objetos que consideren y respeten los límites del planeta. Empezar a entender y valorar los límites del planeta. Enamorarnos realmente de este planeta. Eso. Empecemos por ahí ♡