Hace unos días quise compartir algo aquí y una pequeña pero escalofriante voz dentro de mi cabeza me dijo que no lo hiciera, que “no iba a encajar con mi perfil”.
¿Qué es “mi perfil”? ¿Es una persona imaginaria que existe solo dentro de Instagram y que se extiende a la imaginación de las personas que solo me conocen por este medio? ¿Es una colección arbitraria de etiquetas con las que a lo largo de los últimos años algunas personas han relacionado mi trabajo, y han entendido como mi identidad? ¿Es el resultado de una curaduría que he hecho sin darme cuenta para parecer menos una persona y más una fábrica de tornillos, o para parecer menos un proceso y más un producto?
Yo soy un animal que, como cualquier otro, mantiene ciertas características más o menos estables mientras al mismo tiempo transforma profundamente muchas otras. “Mi perfil” de hace cinco años no es “mi perfil” de hace cuatro años y medio y no es “mi perfil” de hoy. Y MENOS MAL.
Soy una persona. No soy un producto. No soy una marca. No quiero ser una marca. No necesito ser una marca. No necesito que lo que me gusta o lo que me emociona o lo que quiero compartir o lo que sea “encaje con mi perfil”.
Nadie necesita eso.
No voy a decir que Instagram se inventó el concepto de la “marca personal”… pero sí lo popularizó. Lo intensificó. Lo inflamó. Muchas personas nunca hemos querido ser percibidas como una marca… e igual hemos hecho mucho, sin darnos cuenta, para que así sea, porque es lo que hemos aprendido al mirar a otros relacionarse con esta plataforma sin tener suficientes herramientas para preguntarnos “¿para qué?” y sobre todo “¿para quién?”.
Así que, si de algo sirve, vengo a recordarle a quien lo necesite (incluyéndome a mí misma) que está bien no querer ser una marca y está bien —y de hecho es totalmente necesario para la libertad y la dignidad— rehusarse a ser un producto.
Nada tiene que “encajar en el perfil”. NO SOMOS PRODUCTOS. Como acto básico de respeto a nuestra propia complejidad y a la complejidad de la vida en general: no dejemos que Instagram —o la plataforma que sea— nos convenza de lo contrario ✨
